Programa
Programa provisional en PDF (24 Junio)
El arte siempre corre peligro, pero -- además -- periódica y ritualmente se procede a su asesinato [...] La novela, cada día más pingue y con mejor color, lleva muriendo décadas. Al cine se le declaró cadáver como espectáculo de masas hace por lo menos veinte años, y ahí sigue incorrupto, mientras su verdugo, la televisión, huele que apesta. El teatro, sin embargo, es la víctima favorita de los agoreros. Qué ganas de matarlo a toda costa. Como en los ciclos de la naturaleza, parece que un arte debe morir para que otro viva. Así de estrecho les parece a algunos el mundo imaginario. En la plástica, los mercaderes quieren echar del templo a los pintores, para hacer sitio a los videístas, fotógrafos, instaladores y al algún que otro bricoleur camuflado. En el caso del teatro es su hijo, el cine, el arma más utilizada para matar al padre (Vicente Molina Foix).